miércoles, 24 de octubre de 2007

Adieu, Gatineau

Al fin colocado –afuera esos pensamientos estupefaceúticos, maniacos-, me refiero a la maison. Al fin salí del pequeño antro que me procuró el destino. Así es, Gatineau, adiós muy buenas. Gatineau, la parte más próxima a Ottawa de parlamiento francófono, vamos, estado de Québec –y lo llamo estado porque los asuntos nacionalistas me desbordan ya, y no sé cómo decir, que te vas de un país donde afloran por los cuatro costados, lo mismo da aquel lado de río que este, que vienes a la otra punta para encontrar lo mismo. Eso sí, los quebecos son encantadores-. Pero Gatineau es oscuro y aburrido. Desolado. Triste. Descorazonador. Y me he venido a casa de Auggie –lean colgamientos anteriores-. Está en Ottawa, pero en el extremo este, que se respira más naturaleza y menos gris y locura de los contornos universitarios. Y la casa es genial. Auggie es un tipo bien particular: ya os comenté, papá francés, mamá japonesa, ambos profesores de artes marciales, residentes en el Japón, Auggie, 24 añitos, parlante de 5 lenguas, ha vivido estos dos últimos años entre Brasil y Argentina y Uruguay y Chile. Grandes inquietudes. Poeta. Músico. Estudió literatura. Ahora hace turismo –que no es como el de allí-. Se gana las habichuelas como rutero turístico. Canadiense de nacimiento, educado en los Ángeles, acaba de contarme mientras fabricaba crepes, que aprendió el valor de la humanidad y la humildad en sus viajes por Hispanoamérica, lo cual le ha proporcionado un cierto aire taciturno, melancólico, echa de menos aquello, no se ve ahora en estas regiones hiper-ricas, hiper-capitalísitcas, donde prima en todos los fueros juveniles “trabajar para el gobierno cuanto antes”, tener su puestito en oficina, tener su carro, hay quien también su barco, etc. Auggie no se siente ahora de ningún sitio y de todos a la par. Ya lo conoceréis, si viene por la España, o si alguno venís por aquí; sino, ya he comenzado las labores de documentación cinematográfica de mi vida en Canadá. Sé de algunos de vosotros a los que os iba a encantar este Ogui; Dani, Luis Ángel, Antoñete…

No hay comentarios: